Ya sabía yo que era una buena experiencia karretear todos juntos como primos en las blancas arenas de La Serena, pero nunca pensé que la organización de dicho plan nos llevaría a los Aránguiz tomarnos taaaantas molestias.
Primer acto:
A Elías (18), Marianne (14), Natalia (22) y a mí nos dió un poquito de sed un viernes a eso de las 23:00 horas, la noche estaba tan deliciosa y la fauna terrestre de 4 esquinas...uff! mejor aún. Es así que con un exceso de incentivos y conforme pasaba el tiempo en ese lindo departamento nos juntamos e hicimos la petición de la discordia: el permiso. Palabra que no mencionaba hace 7 u 8 años atrás, mucho, como que retrocedí en el tiempo, pero había que hacerlo. Y nos fue bien " Ya! pero a la 1 suben calladitos ah!!!!" oh shit, pero bueno peor es na'. Bien equipados con sus vasos de plástico, un limón, un poco de sal, un cuchillo, una pizca de weed y sus wenas lucas bajamos hechos estrellas fugases pa la playa, que paradisíacamente estaba al frente.
Segundo Acto:
Cuando llegamos a la acera comenzamos, cada uno con su criterio, a estudiar cual era el lugar más apropiado para nuestra primera junta familiar sub22. No nos demoramos mucho en elegir la sombra que producía en la arena la carpa de una feria artesanal bien pelolais alumbrada por los postes...piola! me dije. Y bueno mis sabios primos en un corto chequeo me apoyaron y pa 'alla partimos. Íbamos todos saltando por la arena gracias a esas malditas espinitas de duna que se nos enterraban en las patas (traspasaban calcetines!) cuando de repente Natalia , mi hermana melliza, dice " Alto!!! oye?? y por qué no vamos pa'allá mejor!??" señalando la extensión de playa que más allá albergaba a unos 150 jóvenes tomando y fumando de los lindo,tan relajados como si fuera el patio trasero de su universidad en aniversario. "Mmmmm...." pense... eso me olía a mal final, analizé la cercanía de esa manada con un pub re bonito que estaba sobre la arena y cuya entrada daba hacia la avenida y hacia una calle en donde había una botillería y cómo no...una patrulla de carabineros de chile." Nicaaa!! naaa! no , sabis que van a llegar los pacos y nos van a echar con viento fresco!" Pero ella me explico que debíamos ser mas sociables y conocer mas gente, rodearnos de juventud, ser parte de la manada carretera, y que si llegaban los pacos, filo! que la unión hace la fuerza, y ya... ya... bueno ya...vaaaamos.
Tercer acto:
Luego de comprar cerveza cruzamos a la playa, al mar de lolos y nos instalamos, todos felices, yo un poco urgía pero nada que no me impidiera pasarlo bien. Cuando luego del atao por elegir el lugar (la cercanía con aquella masa) nos pudimos sentar...no pasaron ni 2 minutos luego de abrir nuestras cervezas personales, cuando se oyen unos silbidos y en menos de 1 segundo se paran todos y salen corriendo... linda la cosa, con el susto mis primos se pararon muy rápido y la arena feliz caía sobre la cerveza, mi hermana diciendo "Tranquiloooss, tranquilos!" y yo " Viste???!!!! te dijeee" . Entre las palabras, caminando nos hicimos los lesos y nos apegamos al la muralla del pub, saliendo invictos a la avenida del marsss. Unos sin chela, yo con la mía cerrada por milagro, nos devolvimos al lugar de donde proveniamos. Todos puteando.
Cuarto Acto:
Al fin llegábamos a lugar piola, nos instalamos y bebimos muertos de sed. Había mucho viento. Debo decir que no es muy rica la cerveza con arena, pero bueh... era hora de prender el cañiwi. Nos costó media hora, sin mencionar la otra media hora de nuestro nómade ajetreo. Hasta que prendió! para hacer un salud como la gente quisimos brindar con tequila, así que limón y cuchillo en mano y manos a la obra. Cuando mi prima lo sacó de su polerón pensé que yo nunca había visto un limón tan grande. claro cómo no si era una naranja...pero bueh! volví a decir...Cada minuto que pasaba odiaba más el viento y la arena dentro de mis pantalones, pero luego del brindis y un par de quemadas todo se iba a poner mejor.Cuando de repente suena K-in... celular sonando... "nooooooh!" dijimos al unísono. Yo ciertamente como la "mayor" recibía los paqueos. Muy dicharachera y muerta de la risa respondí, Era el jefe, mi tío que nos asesinaba la salida "Ya, suban ya, es la hora..." juusto wn...justo!!! Y teníamos que subir, si o si. Nunca pensé que carretear en la playa dependía TANTO de las condiciones climáticas y familiares, y mas prendidos que los soles de la galaxia nos fuimos parando uno a uno.
Quinto acto.
Mientras caminábamos, planteábamos cómo hacerlo para que no se notara el estado en que verían a sus bebés mis tíos...y entre las risas no salía nada. Sólo se nos ocurrió llegar tirando tallas y ser tan ridículos como siempre, si no, iba a ser raro, tan callados...de ahonde. Bien, pasamos la prueba, pero ni ahí con dormir así que todos pa mi pieza. Nos equipamos con unas papas fritas de los dioses y esta vez, con un limón. Piolita todos instalados ahí cuando de repente entra mi tía a chequear que estuviéramos todos con vida. Y fue ahí cuando escuché lo más gracioso del verano: "Huy mis niñitos, vayan a dormir ya, que tienen los ojos rojitos de sueño!...." huuuuuu si..., fue la carcajada más aguantada de la historia! es que cerró la puerta y como cuál de todos estaba mas "risueño", nos hizo gracia hasta lo más profundo. Debo decir que igual me dió gusto notar esa inocencia y esa preocupación por los hijos. Grande tía!
(Extracto de Vacaciones en la serena - Enero 2008)
lunes, 3 de marzo de 2008
Las dificultades de carretear en la playa
Por Gaby Aránguiz eran las 10:00:00 a. m.
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1 comentario:
buenisssima la historia todavía me río .... eres muy chistosa pa escribir te mereces un oscar enserio...elpremio novel en literatura lúdica ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
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